Algunos datos a recordar de los siniestros de incendio:

.- El 75% de los muertos que se producen en un incendio están motivados por el humo.

.- El humo se desplaza a una velocidad de 20 a 120 metros por minute (menor en tramos horizontales y mayor en verticales).

.- De los fallecidos en un incendio, el 50% se produce en sectores diferentes a donde se ha producido en fuego-humo.

Se entiende por sector un espacio compartimentado por elementos constructivos delimitadores resistentes al fuego durante un tiempo determinado, en el interior del cual se puede confinar el incendio (fuego y humo) para que no se pueda propagar a otros lugares del edificio. Así, las viviendas son sectores de incendios, una escalera protegida es otro sector de incendio, los cuartos de máquinas, o los garajes, son también, sectores de incendio cada uno.

Una escalera protegida tiene trazado continuo desde su inicio hasta su desembarco en planta de salida del edificio y en caso de incendio, constituye un recinto suficientemente seguro para permitir que los ocupantes puedan permanecer en el mismo durante un determinado tiempo cumpliendo con unas características determinadas. De una manera muy resumida: son resistentes al fuego durante 120 minutos, están dotadas de puertas resistentes, están próximas a salidas del edificio y están dotadas de sistemas de ventilación frente al humo naturales o forzadas.

.- El 50% de los supervivientes no contaron con visibilidad en su escapada, más allá de 4 metros.

 

En un edificio es fundamental el correcto funcionamiento de las escaleras protegidas. Para ello, además de la resistencia al fuego conseguida por el elemento compartimentador con resistencia durante 120 minuto) y los sistemas de ventilación, debe tener en perfectas condiciones de uso las puertas resistentes al fuego.

A través de la escalera protegida evacúan los usuarios a no ser que la falta de sectorización por una puerta abierta provoque un efecto chimenea del humo y facilita el acceso de los servicios de extinción a la planta siniestrada, siempre más estable y operativa que una escala o una góndola.

Una puerta resistente al fuego en correcto uso, sin cuñas o descolgadas y con los sistemas de cierre automático operativos, que se puede abrir, queda cerrada y resiste, como mínimo, comprobado en ensayo que lo certifica, el tiempo para el que estaba previsto (normalmente 60 minutos). En este plazo está garantizada la evacuación y con los tiempos de respuesta de los servicios de extinción, también es muy posible que se apague el fuego sin que afecte a otras plantas.

Sin embargo, con puertas resistentes al fuego afectadas por un mal uso, primeramente sería difícil, sino imposible, el desalojo del edificio y los servicios de bomberos también tendrían más dificultades para acceder al siniestro. Además, el fuego podría propagarse a otras plantas por estos huecos débiles que permitirían su comunicación, destruyendo un mayor número de viviendas o locales.

 

El protocolo de los servicios de extinción de incendios aconseja que el usuario se quede en casa. Muchos inmuebles, por su antigüedad o características, carecen de escaleras protegidas. Y en otros casos los elementos que permiten la sectorización de espacios y la evacuación de ocupantes están mal usados y peor mantenidos. Habría que añadir que en prevención los usuarios de viviendas suelen carecer de experiencia a través de simulacros de evacuación o planes de autoprotección.

¿Por qué deben estar correctamente usados y mantenidos los sistemas de sectorización/evacuación de los edificios?