Este año os propongo un relato de John Cheever.
En un solo año se puede descubrir lo que desgasta vivir sin navegar. Se puede envejecer en un día.
La vuelta a los orígenes es el primer paso hacia el cambio. Volver al mundo conociéndose. Dispuesto a descargarse de lo que no permite vivir.
Decía Cheever que Las constantes que busco en esta parafernalia a ratos anticuada son cierto amor a la luz y cierta determinación de trazar alguna cadena moral del ser. Calvino no desdeñó ningún papel en mi educación religiosa pero su presencia parecía habitar en los graneros de mi juventud, y quizá me dejó cierta indebida amargura.
Feliz cuento.